El aroma de la trufa guía al animal que enseguida señala y escarba la zona donde percibe que hay trufas. Tiene lugar debido exclusivamente a factores genéticos, aunque la trufa puede cambiar de color de acuerdo a las distintas condiciones climatológicas; por ejemplo, suele adquirir tonos más claros en invierno, debido a la reducción de luz solar. Para protegerla lo mejor es aplicar un protector solar especial para canes antes de cada paseo.