Eugenia se creía ya la única capaz de comprender los gustos y las ideas de su primo. Los montes o fracciones de monte que estén incluidos en espacios naturales protegidos se rigen por su legislación específica, así como por las disposiciones de esta ley en lo que no sea contrario a aquélla. Y pensé: «Tengo lo de las tartas y me voy a dedicar a esto». Si la joven hubiera sido interrogada en este momento por un confesor hábil, sin duda hubiera declarado que al dar aquel paso no lo hacía por su madre ni por Nanón, sino movida por el punzante deseo de inspeccionar el cuarto de su primo para ocuparse allí de él, para arreglarle algo, para obviar cualquier olvido, para preverlo todo, para ponerlo, en fin, lo más elegante y limpio posible.