Recientemente incluso ha llegado a España una nueva clase de chocolate, de color rosa, con un sabor ácido y afrutado. Hazlo lentamente, en forma de hilo, para evitar que se cocinen los huevos y nunca dejes de batir. Pero este no es, por ahora, el que destaca cuando pensamos en una trufa. Pero un día, en pleno éxtasis paradisíaco, dos hombres de mal genio o dos grupos de hombres se disputan el fruto de una encina o el chorro de una fuente. Para potenciar su sabor os recomendamos acompañar este manjar con huevos y cremas. Ponemos la crema de chocolate blanco en un recipiente y dejamos enfriar en la nevera. Es considerada como excelente comestible, aunque en la cocina la trufa negra es más usada como condimento.