nde protección y de frenado de las escorrentías de las aguas que discurren por sus fachadas, retardando así la degradación y el deterioro de la piedra. Uno de los espectáculos más fuertes que un hombre puede presenciar es cuando llegan a su templo las carretas donde se amontonan los endemoniados, pobres enfermos de toda la comarca y van acercándose al templo. Para terminar y dada la importancia de las pinturas murales que tuvo el edificio, sería oportuno que el edificio contara de nuevo con una copia matizada e integrada en sus bóvedas y muros, de tal manera que permitiera contemplarlas en su emplazamiento original y en l
Un postre navideño sin huevo, y sin mascarpone que te sorprenderá por su sabor e increíble cremosidad. Son muchos los que asocian este local, superviviente hasta hoy entre franquicias y tiendas de carcasas, a bonitos recuerdos de su infancia. Su decadencia y escasa popularidad siguió hasta la Edad Moderna.