Trufas de primera calidad y frescura que llegan en perfecto estado. Señorita, decía un concurrente, ¿sabe usted que los Cruchot tienen cuarenta mil francos de renta? Toma, hija mía, ¿quieres esto por los mil doscientos francos? Vamos, mamaíta; mamaíta, mira, esto no ha sido nada, mira como abrazo a Eugenia. ¿No equivale esto a decir que su fin fue sublime? Una vez allí, mandaba a su hija abrir la puerta y procuraba que colocase en secreto por sí misma los sacos de plata unos sobre otros, recomendándole luego que cerrase bien la puerta. En cambio, esperamos su mayor disponibilidad en los próximos años, gracias al desarrollo de la investigación sobre las micorrizas. Eso sí, al igual que la negra se necesitan animales adiestrados, generalmente perros (aunque también algún cerdo), que las localizan y marcan para que su propietario las recoja.