Ve poco a poco y analiza cómo te encuentras. Sin embargo, como las trufas son un concepto nuevo para muchos, puede ser un poco confuso saber cómo elegir la mejor. Para ello extenderemos casi todo el chocolate encima de la placa, reservando una pequeña parte en el bol (el cual nos ayudará a regular la temperatura al introducir el chocolate que vamos a templar), y lo enfriaremos con la ayuda de unas rasquetas siempre moviendo el chocolate de las orillas hacia el centro Hele allí: baja ya las gradas de mármol: su rostro viene ardiendo en un bermejor que no es de la naturaleza: gruesos diamantes al pecho en forma de botones: un carbunclo, envidia de reinas, está fulgurando en el meñique del príncipe o señor. En esta lista destacamos aquellos que se han repetido un mínimo de tres veces y, por tanto, merecen un puesto de honor. Para terminar, realiza la forma de las trufas de oreo, báñalas en chocolate blanco y déjalas reposando en la nevera hasta que se endurezcan.