Las trufas alcanzan precios muy elevados debido a que resultan difíciles de localizar (se emplean cerdos y perros). Se trata de un hongo que se encuentra bajo tierra en cercanías de algunas especies de árboles como robles o encinas y que se hallan en determinadas zonas y es necesario servirse de la ayuda de perros especialmente adiestradas o como se hacia hasta hace algunos años con la ayuda de cerdos, para poder dar con ellos y las personas que se dedican a recogerlos guardan celosamente en secreto los lugares donde pueden ser encontrados.