Concebido desde su nacimiento como un bar de los de toda la vida, Ostras Pedrín se emplaza en una estrecha calle del corazón de Valencia. Sus principales especialidades son los alfajores -una variedad de dulces latinoamericanos con origen español-, las berlinas rellenas de dulce de leche y el strudel de manzana, un postre típico tradicional de la cocina austriaca y el sur de Alemania. Siendo cierta esa orden, no sería sino la orden del día del prefecto de Marsella, quien, debiendo tocar allí el emperador Napoleón el Grande, mandó lo que sigue: «El ejército se alegrará por batallones: los batallones principiarán a sentirse dichosos por el flanco derecho».