Debido a que más moléculas aromáticas en las trufas son solubles en alcohol, se puede usar el vodka para llevar un sabor a trufa más complejo y preciso que el aceite sin la necesidad de aromatizantes sintéticos. Su sabor y aroma intensos la convierten en un ingrediente muy codiciado en la cocina gourmet. Ferran Adrià, en la última temporada de elbulli la servía rallada en una copa de vino de borgoña para disfrutar de su aroma. Ambos profesaban una sincera y profunda estima por la trufa. A pesar de que se puede cultivar, existe muy poca trufa de verano cultivada en el mundo, ya que su precio no es atractivo para su cultivo. ¿Qué hombre no querría, aun al precio de la mitad de sus días, ver a su sueño, a su verdadero sueño, posar sin velos delante de él, al fantasma adorado de su imaginación haciendo caer una a una todas las prendas destinadas a preservarlo de las miradas del vulgo?