En general, las trufas negras son mejores cuando se cocinan. Las trufas blancas frescas se sirven siempre crudas, por lo general, se rallan sobre un plato justo antes de servir. Coloca las láminas de trufa sobre un plato grande, creando una delicada capa. 1. Para preparar este plato cremoso de arroz a la trufa de verano blanca, derramar en forma circular dos cucharadas de Parmesano en un sartèn antiadherente y dejar cocinar unos minutos. La trufa también se puede cortar en forma de dados, picarla o incluso macerarla en aceite o brandy.